Una perversión imposible
¿Qué os parece más de Las Hurdes: el turrón duro o el turrón blando? En mi modesta opinión y exceptuando los Felipe II, los dulces navideños son un ardid incuestionable; sí, una perversión culinaria imposible que sólo puede satisfacer a un depravado y que, año tras año, consumimos para contrarrestar la silenciosa ansiedad que representa tener delante a…
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a El Substack de CARLA para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.

